“LA ACTITUD DEL CONTADOR”
- Contador Héctor Pedroza Bocanegra Docente adscrito
- 17 oct 2017
- 3 Min. de lectura

En la publicación Contrapartida de la Universidad Javeriana en su número 3056 del 18 de septiembre del 2017, Donny Donosso Leal, nos indica que en su experiencia profesional “no ha escuchado al primero contador público que diga que quiere que su hijo(a) siga su mismo camino y se convierta en Contador Público también. De hecho, ¡lo contrario! No solo la respuesta común es negativa, sino que le acompaña una expresión corporal que denota rechazo total a la idea. Diferente historia con los abogados. No he tenido tampoco el primer alumno que me diga que desde niño soñó con ser Contador. Seguramente hay un sesgo marcado en el universo de esta encuesta improvisada, pero lo cierto es que la Contaduría Pública no es la más atractiva de las profesiones”.
En la publicación de Global Knowledge Gateway emitido por IFAC el pasado 11 de septiembre; se ha hablado del tema por enésima vez, y aunque se enfoca en auditoría en vez de en la profesión contable, algunas de sus conclusiones pueden ser relevantes en nuestro país concluyendo que la auditoría (léase en este caso, la profesión) es una actividad poco atractiva por:
1. El proceso de registro para ejercerla
2. La regulación restrictiva y contraria a los intereses de la actividad
3. La ejecución mecánica, equiparándola a llenar checklists
4. El impacto de la tecnología
5. La (mínima) calidad de vida que ofrece
Hace cuatro años mi hija mayor, en una charla me comentaba que entre las profesiones a seguir estaba la de Contaduría Pública, a lo cual me opuse con vehemencia absoluta y discutí argumentando que no quería ese futuro para ella, que por favor lo pensara muy bien, entre las razones que le mencione estaba el hecho que las mayorías de las empresas, tenían malos hábitos, administrativos y vicios, en los cuales primaba el no pagar impuestos en la forma que dicta la ley, y que por el contrario los empresarios se jactaban de decir, yo lo contrate para pagar la mínima cantidad de dinero posible y esa es su función en esta empresa y de eso depende su eficiencia y la continuidad con nosotros, contrario a lo que dicta la regulación restrictiva por parte del Estado, en la cual prácticamente persigue y vuelve al Contador, un codeudor que en muchos casos puede llevarlo hasta la cárcel por situaciones en las cuales lo colocan entre el cielo y el infierno, dejándolo atado a la voluntad de unos y otros, y debe terminar en la mayoría de casos accediendo por mera necesidad o por sobrevivir, esto sin contar que nuestra calidad de vida profesional, es mínima debido a las largas jornadas de trabajo, en las cuales sabes la hora de entrada, mas no sabes la hora de salida, aparte de esto cuando trabajas por contrato de prestación de servicios, es peor, resultas haciendo cosas para las cuales nunca fue contratado, aprovechándose que manejamos la parte más valiosa de las empresas, que es la información, volviéndonos: abogados (laborales y comerciales), auditores, elaborando presupuestos, y labores que en la práctica deberían ser encargadas a los profesionales respectivos, pero por ahorrar costos recurren a nosotros, esto sin contar las cargas adicionales como por ejemplo elaborar asesorías sin remuneración alguna, rentas a familiares de los dueños de las organizaciones, y para acabar de rematar, el pago no oportuno de unos honorarios ínfimos y muchas veces sin aumento en bastante tiempo, es decir socios pero en las perdidas.
Adicional a esto, que el órgano que nos representa, no presta un servicio alguno a los Contadores, sino por el contrario, nos castiga con sanciones de todo tipo, exponiéndonos al escarnio público, sin consideración alguna o capacitación por parte de este, pero con todas estas situaciones y adversidades debemos continuar ejerciendo nuestra profesión con dignidad, ética, independencia y siendo un ejemplo para las generaciones futuras.
La profesión del Contador, es bastante compleja, pero hay profesiones en las cuales no se ven las situaciones que acabamos de describir y mejor remuneradas, por eso, hija lo mejor es buscar una profesión, en la cual se viva para trabajar, y no trabajes para vivir.
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